martes, 4 de marzo de 2008

Hooligans de hace 2.000 años

image Corría el año 59 dC. y Roma se despertaba con el sonido de la lira de Nerón. Los habitantes de Pompeya y de Nuocera, dos pequeñas ciudades costeras del Sur de Italia, se disponían a disfrutar de un apasionante día de luchas de gladiadores en el anfiteatro de la primera. Eran unos juegos sufragados por un rico político a quien recientemente habían expulsado del Senado. Sin embargo, ¿qué más dá quién pague los juegos mientras sean de nivel?. Esto es lo que debían pensar los de Nuocera mientras se dirigían tranquilamente hacia Pompeya, imaginándose ya a retiarios y mirmilones soltándose golpes y tajos sin piedad, mientras los gritos y vítores de cerca de 20.000 espectadores animaban a su favorito.

No sabemos si estas dos ciudades tenían un largo historial de enemistad mútua, muy al estilo Madrid vs Barcelona de hoy en día, con poblaciones enfrentadas por alguna afrenta del pasado. Lo que sucedió después nos deja entrever que efectivamente algo enrarecido debía estar el ambiente. Si hacemos un paralelismo con nuestra sociedad actual, la situación antes de estos juegos gladiatorios debía ser similar a la que se vive hoy en día antes de algún gran derby futbolístico.
Como de lo que se trata es de remitirnos a la fuente original, aquí os presento ... el fragmento de los “Anales” de Tácito que nos habla de este triste episodio:

Por el mismo tiempo y a partir de una disputa sin importancia se produjo una terrible matanza entre colonos de Nuocera y de Pompeya, en el transcurso de unos juegos ofrecidos por Livineyo Régulo, de cuya expulsión del Senado ya dí cuenta; pues, con la licencia propia de las ciudades pequeñas, empezaron por lanzarse denuestos, luego piedras, y al cabo tomaron las armas, saliéndose con la mejor parte la plebe de Pompeya, donde se celebraba el espectáculo. El caso es que muchos de los de Nuocera fueron llevados a la ciudad con el cuerpo lleno de mutilaciones, en tanto que la mayoría lloraba la muerte de hijos o padres. El príncipe {Nerón} delegó en el senado el juicio sobre el asunto, y el senado en los cónsules; pero el tema volvió de nuevo al senado y se prohibió por diez años a los de Pompeya aquella clase de reuniones, y se disolvieron los colegios que habían constituido ilegalmente; Livineyo y los otros que habían provocado la sedición fueron castigados con el exilio.
“Anales” (XIV, XVII) de Publio Cornelio Tácito


¿Qué pasó después? Pues tampoco lo sabemos a ciencia cierta, por que los testimonios que nos han quedado no nos arrojan más luz sobre el tema. ¿O sí?
En una de las casas de Pompeya, en la que aún quedaban restos pictóricos, se hayó un fresco que reproducía esta escena, y con toda profusión de detalles: En él se observa la magnificencia del anfiteatro, con sus imponentes rampas de acceso; las luchas de gladiadores, dando la vida en la arena; incluso se aprecian detalles de la ciudad que la arqueología ha podido confirmar, como la disposición de las murallas. Lo curioso es que este fresco reproduce también escenas de los disturbios de los cuales nos hablaba Tácito: Las peleas en la grada, las luchas en las calles de la ciudad, con heridos y muertos, el caos y los disturbios en los alrededores del anfiteatro... es un testimonio pictórico (casi periodístico) de aquella fatídica jornada.
Mi reflexión es, ¿quién en su sano juicio se pintaría una escena así en su casa? Sólo alguien que considerara que aquel día los de Pompeya le habían dado una buena paliza a los de Nuocera, y que además se sintiera relativamente orgulloso de ello, es decir, alguien que pensara "los de Pompeya somos los más bestias!"... ¿sorprendente, no?
Lo que parece paradójico es que sucesos como este son aún hoy relativamente frecuentes, tanto en Sudamérica, Africa como Europa. Con demasiada frecuencia los campos de fútbol acaban convirtiéndose en auténticos campos de batalla, donde a veces hay que lamentar la muerte de personas.

Vía : historiaclasica.com

1 Comment:

Ramiro said...

Hola, soy Ramiro, el editor de www.historiaclasica.com. Gracias por referenciar mi post sobre los disturbios en el anfiteatro de Pompeya en tu blog. Sin embargo, cuando mencionas la fuente, sería preferible que incluyeras el link.

Gracias y saludos,

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